Con la llegada de la pandemia, numerosas empresas quedaron paralizadas. Pero mientras muchas esperaban a que amainara el temporal, el director general de Mecacontrol puso la compañía al servicio de las necesidades sanitarias para producir mascarillas y pantallas faciales, entre otros EPI. Así, lo que fue una iniciativa altruista se ha convertido en una nueva línea de negocio.
Cuando este burgalés terminó los estudios de Ingeniería Industrial en la Universidad Politécnica de su ciudad, comenzó a trabajar en empresas del sector auxiliar del automóvil, y ahí sigue. “Empecé en TRW y, a partir de ahí, pasé al mundo de la inyección del plástico en diferentes puestos: al principio como director de calidad, pasé por departamentos técnicos y comerciales, con los años fui director de producción y acabé asumiendo responsabilidades de director de planta”. Su última etapa laboral está ligada al Grupo Mecacontrol. “Llegué hace dieciséis años,. Entré como director de Operaciones Industriales en una de sus empresas, Molteplast; después, dirigí la planta de Burgos; pasé a ser director industrial del grupo; y desde mayo de 2018, llevo la Dirección General de Mecacontrol”.
Una carrera profesional brillante, sobre todo si tenemos en cuenta que Ignacio Álvarez es muy joven: tiene 44 años. Se lo indicamos y, tras permanecer unos segundos en silencio, evoca una charla con el tutor de sus primeras prácticas laborales, en una empresa de estampación de Burgos. “Me dijo: ‘Ignacio, algún día tendrás que escoger entre ser cabeza de ratón o cola de león. Como no le entendí, me explicó que podía tener oportunidades de trabajo en empresas grandes, donde iba a ser uno más con una capacidad de decisión muy limitada, o ser la cabeza que tome decisiones en una compañía más pequeña”. Conoce ambas situaciones, y se queda con la segunda: “Los años me han demostrado que es mucho más enriquecedor, que produce mayor satisfacción tomar decisiones que contribuyen a abrir caminos, a entrar en otras líneas de negocio… Pero, en realidad, no es decisión de una sola persona, es del equipo que te está arropando, un grupo que creemos al cien por cien en lo que estamos metidos”.

P: Hasta que el año pasado crearon la división sanitaria.
R: Así es. Comenzamos fabricando pantallas faciales en el mes de abril de 2020 y pronto empezamos a colaborar con el Servicio Navarro de Salud ante la escasez de EPIs que había en aquellas primeras semanas de pandemia. Poco después comenzamos la producción de mascarillas FFP2 y nos convertimos en el único fabricante español de FFP2 y proveedor de tejido-no tejido para la producción de este tipo de mascarillas. Hoy tenemos dos líneas de producción en las plantas de Cascante (Navarra) y Burgos donde fabricamos productos homologados con marcado CE.
P: ¿Nadie producía este tipo de EPIs?
R: Había un fabricante de mascarillas, pero nadie que fabricara los tejidos en España. Es un mercado que mayoritariamente se nutre de importaciones desde China.
Se trata de una línea de negocio que poco tiene que ver con la actividad tradicional del Grupo…
Mecacontrol trabaja mayoritariamente (en un 76%) para el sector de la automoción y la línea blanca (15%), pero los procesos de producción de la línea sanitaria tienen algunos puntos en común. Por ejemplo, para elaborar el tejido de las mascarillas se emplean tecnologías de extrusión de plástico que conocemos bien, por lo que varía la aplicación, pero no la automatización de la producción.